Assalt al castell de Sella (1609)
Ha estat un dels fets més impactants de la nostra història, però, tot i això, encara es desconeix per part del públic general. El 27 d’octubre de 1609, publicat el decret d’expulsió, els moriscos de Sella, junt amb els de Relleu i Finestrat, organitzaren una rebel·lió en contra d’abandonar les seues cases i terres. Recordem que els moriscos arribaren a eixe moment en una situació desesperada i que els mitjans materials eren mínims. A la seua creixent opressió i marginalitat per part de les autoritats, en 1563 havien estat desarmats [1], de manera que podem imaginar com els avalots estaven formats per famílies senceres, armades amb uns pocs aparells agrícoles i mogudes per la desesperació de qui es veu abocat a un incert destí.
Les dades actuals informen que, davant les sospites d’alçament, el baró Jaume Calatayud va acudir a Sella, mentre es mobilitzaven tropes cap a La Marina, en previsió de conflictes en els pobles de la muntanya morisca. Estant al poble el baró, es va iniciar la rebel·lió, amb l’arribada dels moriscos de Relleu i Finestrat. El baró amb els seus hòmens es va fer fort al castell, on va lliurar una batalla fins a obligar els moriscos a marxar cap a Guadalest. Tot i que no sabem si es refereix a l’actual ermita de Santa Bàrbara (on estan les restes del castell)- o a la Torre del Palau, treballem amb la hipòtesi de l’ermita perquè la documentació parla expressament de castell i no de torre.

Siga com siga, volem compartir amb els lectors una part de la informació històrica que hem pogut anar arreplegant sobre aquest fet, per tal de començar a conéixer un fet extraordinari i terrible del nostre passat. Els habitants de Sella, juntament amb els seus veïns, iniciaren ací un dels capítols de la gran rebel·lió morisca de Laguar, on moririen més de 15.000 moriscos a mans de les tropes cristianes.
Tot i que no s’inclou aci tota la informació publicada, transcrivim la més significativa per tal d’entendre l’assalt i el seu context, amb especial interès en documents realitzats al poc d’ocòrrer l’expulsió. La fugida dels moriscos de Sella cap a les valls de Guadalest i Laguar ja s’ha comentat en altres documents [2]
Sense dubte, el document més valuós és una crònica contemporània als fets, traslladada per Gaspar Escolano (1610.1611) [3]:
Tom II Llibre X, Capitol LIII.-
Vanse levantando los lugares de moriscos marítimos, con mil oprobios que hacen á las cosas sagradas, drescríbiase la sierra y castillo de Pop, los moriscos vienen sobre Murla: con las cosas que con ellos pasaron.
[…] Eran los que ya andaban con ellas los moriscos de Alaguar, Alcalá, Ebo, Parcent, Alcahalí, Tárbena, castells de Castells, arrabal de Murla, Orba, Sagra y Tormos; y comunicándose con los del marquesado de Guadalest y valle de Zeta, hiciern un cuerpo para levantarse. A estos siguieron los de Relleu, Sella y valle de Planes, quemando las mas destos pueblos las iglesias y cosas sagradas el día de su levantamiento. Los de Relleu y Finestrat se juntaron con los de Sella a veinte y cinco, y sitiaron en el castillo á su mesmo señor don Jayme de Calatayud; y aunque le dieron rezios combates y cargas desde lo alto, de piedras y arcabucería, e señor se defendió valerosamente ayudado de tres caballeros valencianos que tenia consigo, que eran don Bautista Pallás, don Bernardino Pallás, don Bartolomé Vives y ocho o nueve arcabuceros de la huerta de Alicante; y no solo se defendieron, pero aun mataron a algunos de los rebeldes y los forçaron a retirar, y continuar su camino a juntarse con los otros. […]
A veinte y siete de Octubre se acabaron de levantar los del valle de Guadalest y Baronia de Confrides, y juntándose con los de Relleu y Sella, se vinieron con cuatro banderas tendidas al lugar de Fageca, donde aguardaban los de las valles de Zeta y Travadel, para subirse a Alahuar, con toda la ropa de sus casas y los bastimentos que podían llevar, saqueando lo primero las casas de los señores y de los curas. Subidos a un collado, limpiaron una mezquita, que antes de su bautismo era de mucho nombre y devoción entre ellos, y enramándola toda, bajaban todos los viernes a ella a hacer su diabólica zalá consu acostumbrada algazara […]
L’historiador Manuel Lomas Cortés (Universitat de València) [4], ens amplia la informació, quan afirma:
Los avisos que ese mismo día llegaron de la cercana población de Orxeta confirmaron la noticia, Jerónimo Ferrer que en aquellos días ultimaba la salida de sus vasallos, informaba que se habían producido graves sucesos en el cercano lugar de Relleu. De acuerdo con lo referido por este señor a Juan Ferrer, gobernador de Orihuela, a las ocho de la mañana habían comenzado a llegar personas que alertaban que los habitantes de Relleu se levantaban y pretendían subir a la montaña para evitar el embarque. Todo parecía indicar que su intención era unirse él otros moriscos en Sella y tomar al asalto el castillo de aquel lugar. El ruido de escopetería que don Jerónimo podía escuchar desde Orxeta era más que preocupante, y parecía que la amenaza se cernía sobre esta última población. Dado que sus vasallos pretendían embarcarse sin mayor oposición, el comendador temía que el siguiente paso de los rebeldes fuera el ataque a la población, como represalia a la conducta mostrada por sus vasallos. Por estas razones, y pese el que la dirección que habían tomado los rebeldes parecía ser Guadalest, Ferrer pedía la presencia inmediata de tropas y naves con las que, embarcar a sus moriscos antes de que la situación pasara a mayores.36 Estos temores estaban más que fundado, ya que en aquellos mismos instantes los moriscos amotinados intentaban poner sitio al débil castillo de Sella:
[ací torna a transcriure un fragment de la crónica d’Escolano, anteriormente transcrita]
Aunque no es posible concretar si estas dos misivas llegaron a su destino durante la jornada del 24 de octubre, lo cierto es que don Manuel Carrillo inició ese mismo día los preparativos militares para dar respuesta a los acontecimientos que se describían desde el norte del distrito. De acuerdo con la información que se le había facilitado, los moriscos de Guadalest, Relleu y Sella daban demasiadas muestras de hostilidad, por lo que era necesario tomar prevenciones con carácter urgente. Para ello, el hermano del virrey despachó una orden a Xixona donde se asentaban las cinco compañías del tercio de la Armada y un brazo de Sicilia (38), para que se desplazaran hasta Relleu cuarenta soldados, acompañados de otros veinte que tendrían como misión ocupar el castillo de Sella. Como apoyo a estos contingentes se preveía que la compañía de don Pedro de Acevedo, del tercio de Sicilia, se embarcara esa misma noche hacia La Vila Joiosa a bordo de las galeras de Génova. Esta primera fase se debía completar con la propia partida de don Manuel, que preveía acercarse a La Vila Joiosa con otras dos compañías del tercio de forma inmediata. Aquella región parecía cada vez más incontrolada, y don Manuel pedía a su hermano tanto instrucciones como la presencia de don Agustín Mexía lo antes posible (39).
38. AGS, CMC, 1840. Jerónimo de Valibrera a Diego de Castro. Alicante. 12 de octubre de 1609.
39. Ibíd. Es. 217. Manuel Carrillo a Caracena. Alicante, 24 de ocmbre de 1609.
Com sol ocórrer, la història l’escriuen els vencedors. La defensa del Castell de Sella per part del baró Jaume Calatayud i els seus soldats va ser venuda com una proesa digna de ser narrada. De nou Manuel Lomas [5] ens ofereix la transcripció d’un cantar èpic, del gènere de la narrativa poètica, on Juan Méndez de Vasconcelos (1611) conta la victòria del baró i els seus cavallers.
Passan todos los Moros levantados,
Haziendo daños a la sierra erguida,
Dexando sus lugares despoblados,
Mucha hazienda, sin dueños y perdida,
Con el daño que miran lastimados,
Con valor grande, y cólera crecida,
Al señor de Agres muy gran trope enviste
Que con valor, y fuerças la resiste.
Dale un muy recio assalto al campo Moro,
El daño impide, y con mayor le ofende,
Que cargados de joyas, plata, y otro,
Cada qual con más priessa el passo tiende,
Mas qual agarrochado, y bravo toro,
De nuevo enviste, a aquel que mal se entiende,
Buelven todos los Moros con tal furia,
Que qualquiera el valor de Marte injuria.
Retirasele aquí nuestro caudillo,
Que era grande del Moro la pujança,
Y flaco su poder, poco, y senzillo,
Para dar de victoria confiança,
Haze de Cella su lugar castillo,
A donde el arcabuz, la pica, y lança,
Con asaltos al Moro muerto avía,
Osada gente, lo que más sentía.
El Moro de coraje está encendido,
Y a apretarle comiença de tal suerte,
Que a no ser su valor grande, y de crecido,
Padeciera rigor con pena, y muerte,
Pero de nuestra gente socorrido,
De fuerça sin igual y pecho fuerte,
El Moro se retira, no qual vino,
Que con daño más priessa dio al camino.
Socorre sin tardança el passo estrecho,
El fuerte Capitán don Bernardino,
A la furia del Moro ofrece el pecho,
Con el sagaz ardid, que más convino,
Viendo el pueblo infiel de fe sospecho,
Que en compañía esperar es desatino,
Por la esperanza de la sierra sube,
Qual por el ayre va la espessa nuve.
Liga deshecha por la expulsión de los Moriscos destos Reynos
Juan Méndez de Vasconcelos 30 agosto de 1611
Vicent Olcina i Pablo Giménez
Notes:
[1] Olcina, V. (2014): “El desarmament dels moriscos de Sella en 1563” Festes de Sella 2014
[2] Pérez Serrano, M.A. y Pérez Ortiz, A. (2012): “Sella: l’herencia morisca” Sarrià 8: 40-53
[3] Escolano, G. (1610-1611): Decadas de la historia de la insigne y coronada ciudad y reino de Valencia. Va publicar dos volums cadascun amb deu llibres: Decada primera (Pedro P. Mey, Valencia, 1610; Terraza, Aliena y Compania, Valencia, 1878) i Decada segunda (Pedro P. Mey, Valencia, 1611; Terraza, Aliena y Compania, Valencia, 1879).
[4] Lomas Cortés, M. (2001): El proceso de expulsión de los moriscos de España. Publicacions Universita València 2001 (pp. 131-137)
[5] Lomas Cortés, M. (2010): El destarrament morisc valencià en la literatura del segle XVII (els <<autors menors>>), Universitat de València. Fons històriques valencianes.